La dimensión creativa

Nota: Esta entrada del blog es bastante técnica y se sale del estilo “casual” de otras entradas.

Poner parámetros a la creatividad es un sin sentido en esencia, porque creatividad evoca libertad infinita. Pero si que hay unos grasos concretos, que son evidentes y se pueden conceptualizar.
Aún así, a día de hoy hay mucho misterio entorno a ella, porque al principio se consideraba la creatividad algo exclusivo del artista o del creativo. Pero nada más lejos de la realidad. Hoy se considera, sin ninguna duda, que la creatividad constituye un elemento de gran relevancia para el bienestar individual y la supervivencia social. Esto se debe a que la creatividad es importante para lograr adaptarse a nuevos contextos propiciados por los cambios constantes que ocurren en la sociedad. Por ello, no debemos ligar la creatividad únicamente a lo artístico, y debe percibirse como un elemento inherente a cada ámbito de la vida cotidiana.

Así, la creatividad es importante para lograr adaptarse a nuevos contextos propiciados por los cambios constantes que ocurren en la sociedad. Incluso algunos autores hablan de que la creatividad es el verdadero motor del progreso, por eso sus estudios han ido en aumento. Y hay una cosa curiosa en estos estudios: La creatividad no puede ser equiparable a la inteligencia.

Este punto me parece muy interesante porque ayuda a poner luz, a una de las bases que provocan la disfunción educacional en la que se sostiene todo el sistema de enseñanza, y es que con base a explicaciones Psicométricas se quiso establecer una estrecha correlación del rendimiento intelectual de los individuos y su desempeño creativo. Y tras numerosas investigaciones sobre el tema, los psicólogos llegaron a concluir que pueden encontrarse individuos que son muy inteligentes, pero no creativos y viceversa.

Esto certifica esta disfunción educacional basada en el Coeficiente Intelectual y en esa enseñanza estandarizada basada en el dominio y desarrollo principalmente de las matemáticas y el lenguaje en sobremanera. Y eso provoca conocimiento, pero no aporta creatividad, y es que en este caso podríamos aplicar eso de que menos, es más. Más intelectualidad no implica más inteligencia ni más creatividad.

Alfred Binet padre de las primeras pruebas de inteligencia

Desde este punto de vista, la creatividad se torna un “elemento” básico a desarrollar y a tener en cuenta, porque no es un “elemento” artístico sino un “elemento” para saber como afrontar los desafíos de la vida y poder sobreponerte a ellos.

Por otro lado, la creatividad es la palanca o la acción del talento y es imprescindible para tener confianza en nosotros mismos. Si yo se crear soluciones para la vida, estoy desarrollando la confianza en mi mismo, y poco a poco tendré más valor para poder liberar todo mi potencial, porque para todos los conflictos que eso pueda suponer, sabré crear un resultado óptimo para avanzar en mi autoconomiemiento personal y profesional.

TALENTO Y CREATIVIDAD NO SON LO MISMO
Viendo los resultados de estas investigaciones y de las desarrolladas por mi equipo para mi este es un error de bulto, porque al igual que se descartó la idea de que la creatividad se definía con mucha frecuencia en términos de producto final y no de resolución de conflictos personales, estas resoluciones personales necesitan de muchas y diversas formas y tipos de creatividad, y no todas están asociadas a un talento. De hecho, es lo contrario, un talento, puede tener asociados diferentes tipos de creatividad.

Hay una dimensión sobre la creatividad que merece la pena ser descubierta, porque facilita la comprensión de nuestro talento. Antes de mostraros esta dimensión sobre el talento, quiero hacer hincapié en porque el talento no es igual a la creatividad.

-El primer punto es el mencionado, y es que un talento puede estar asociado a varios tipos de creatividad.

-El segundo punto es que un talento está compuesto además de la creatividad por varias capacidades, que completan un geniotipo. Por ejemplo, un base de baloncesto, necesita además de una creatividad conceptual para analizar la jugada, capacidad espacial para encontrar el pase, capacidad temporal y coordinación para dar el pase en el momento justo, y además de todo eso, unas determinadas características físicas, que como no, también son innatas. Si eres bajito, por más que te empeñes, será muy difícil que llegues a profesional de baloncesto. Y es que el propósito de vida, a veces es muy caprichoso. Los datos de este ejemplo están desarrollados en Al geniotipo no le interesa la personalidad.

-El tercer punto es relativamente joven, y es que en estudios más recientes se reconoce la incidencia de factores ambientales, motivacionales y de personalidad en su manifestación y expresión, que influyen en la hora de precisar el talento final que lleve a conquistar el propósito de vida.

La dimensión sobre la creatividad, no es otra cosa, que observar que cuando utilizamos la creatividad para resolver conflictos personales o sobrevivir a la sociedad, hace que la creatividad se reconozca en una infinita variedad de actividades humanas. Dependiendo de la actividad que desarrolles según tus capacidades, dispondrás de una creatividad esencial adaptada a tu talento.

Aquí quiero hacer referencia a dos estudios de un psicólogo y un profesor.
Al psicólogo Joy P. Guilford, además de ser conocido por su modelo sobre la estructura del intelecto y sus numerosos estudios sobre la inteligencia humana, también le debemos, entre otras cosas, muchas teorías interesantes sobre la creatividad. Él las divide así:

-Fiogenética: hace referencia a nuestro tipo de creatividad dominante, con la que venimos al mundo.
-Potencial: cada persona tiene un potencial creativo y se mostrará a medida que desarrolla sus habilidades personales.
-Cinética: Hace referencia a esa creatividad que parte del propio movimiento. De hecho, en ocasiones durante el mismo proceso creativo (mientras pintamos, escribimos, componemos…) nos vienen ideas a la mente.

Por otro lado, Jeff DeGraff, innovador catedrático de la Ross School de Negocios, fue muchos más allá, y amplia y define que según la perspectiva o nivel de apreciación es como ocurre la creatividad, pues engloba varios procesos mentales; por lo que todas las personas tenemos la capacidad de ser creativas, pero en distintas maneras y grados:

Para incrementar el potencial del pensamiento creativo, DeGraff propone cinco tipos y niveles:
Creatividad mimética
El término de mímesis surge de la antigua Grecia y significa imitar. Consiste en aplicar una idea ya existente en otra área para generar un nuevo concepto que se adapte al actual mercado.

Creatividad Bisociativa
Es la capacidad de nuestra mente de relacionar pensamientos de los que pueden surgir grandes conceptos; es el hecho de potenciar un proyecto con base en la famosa lluvia de ideas.

Se desarrolla por medio de la dinámica de las tres F:
Fluidez.- entre mayor sea la cantidad de ideas, mayor es la probabilidad de encontrar mejores soluciones.
Flexibilidad.- se trata de reacomodar las ideas hasta dar en el clave, es decir, que se ajuste a lo que estamos buscando.
Flujo.- debe disfrutarse y no trabajar bajo presión, ni estrés para que las cosas comiencen a fluir naturalmente.

Creatividad analógica
Implica relacionar distintas cosas aunque no tengan semejanza alguna con el fin de resolver problemas que desconocemos.

Creatividad narrativa
Mezcla personas, acciones y tramas mediante descripciones para contar una historia construida como un nuevo relato o una reconstrucción con diferentes versiones.

Creatividad intuitiva
Es el clímax de la creatividad que se produce al concebir una idea en la mente sin necesidad de ayuda externa. Es como la meditación, en la que uno está relajado en un estado de conciencia que emane fluidez. De acuerdo con DeGraff este estado puede llegar más lejos de nuestro alcance.

Todos estos estados en conjunto pueden llevar a la maduración de la creatividad, ya que según el catedrático no es necesario nacer con la habilidad, pues puede desarrollarse si se trabaja en estos puntos, que a su vez pueden llevarnos a crear grandes resultados.

Estos estudios señalan que la creatividad es mucho más compleja y rica, como para definirla con una sola palabra. Así que la idea “esta persona es creativa y esta otra no lo es” es demasiado simple y carece de una comprensión y profundidad más allá de un si o un no. Todos tenemos creatividad, pero no todos la aplicamos igual, y lo más importante: ni la necesitamos aplicar igual y ni todos estamos preparados para expresarla igual. Partiendo de esta base, empezamos a aplicar la creatividad en diferentes áreas, y pudimos percibir que cada geniotipo es un especialista en un determinado tipo de creatividad.

Utilizando la terminología de los estudios mencionados, Cuadrado se desenvuelve en una creatividad mimética y bisociativa, Círculo es pura creatividad intuitiva o Triángulo es un especialista de la creatividad narrativa. Pero más allá de observar los distintos enfoques de la creatividad, lo interesante es comprender, que al igual que no todos somos iguales, no todos tenemos el mismo geniotipo y en consecuencia todos creamos de forma diferente.

Si Rectángulo está arreglando el motor de un coche, su geniotipo está diseñado para que su creatividad busque la forma más efectiva de hacerlo. En esta acción de eficacia, no se observa aparentemente creatividad, pero la hay. Esta creatividad es la que el psicólogo Joy Guilford llama potencial, como hemos visto anteriormente.

Lo interesante de comprender tu creatividad potencial, es que no te sentirás más o menos que otro. Entender que la forma de “crear como arreglar el motor” es igual de especialista que la forma de ”crear pintar un lienzo”. Otra cosa, es la valoración que el ego colectivo de la sociedad haga de ello de un primer momento, porque si nos detenemos a observar, a veces un mecánico de F1 gana muchísimo más que un pintor y llegar has ahí implica tanto esfuerzo como colgar un cuadro en un museo. Los dos geniotipos son igual de “elegidos” por su forma de desarrollar su creatividad.

Una vez hecha observación, la conclusión final es que hay varios tipos de creatividad, y no solo en cuanto al desarrollo de una labor determinada, sino para la aplicación de las cosas básicas de la vida y para el desarrollo final de la misma. Así, según los datos de mi investigación obtenida de los datos del test hechos a los usuarios hasta el moento, la dimensión de la creatividad se divide:

Creatividad Esencial
Conceptual: creatividad basada en la resolución de tareas con el análisis de una situación y aplicar el concepto más útil para desarrollar, interpretar o resolver dicha situación.

Artística: la creatividad de las artes, de la transformación, de la expresión, de plasmar lo sutil.

Intuitiva: podría utilizar las mismas palabras DeGraff. Es una creatividad íntima que nace de los más profundo del ser. 

 Creatividad Fundamental
-Elemental: todos nacemos con ella, para desenvolvernos en la vida de forma práctica. Por ejemplo si no puedo llegar a cambiar una bombilla y no tengo una escalera, crearé la manera de llegar a la bombilla.

-Integral: va implícita en el propio movimiento que genera la creatividad hacia el desarrollo personal. A medida que expones tu creatividad (conceptual, artística o intuitiva) potencias tu talento.

Todos nacemos con las dos vertientes de ingenio elemental, pero si no estamos alineados con nuestro geniotipo, la creatividad integral no se desarrollará dando paso a una frustración infinita y latente. Es aquella carencia vital que sentimos, cuando no hemos hecho lo que sentíamos que veníamos a hacer.
El ingenio esencial, va ligado al origen, a la naturaleza de cada uno de los propios geniotipos. Pero al igual que cada geniotipo es único en cada ser humano, hoy no eres Rombo y mañana Pentágono, si puedes compartir diferentes tipos de ingenio esencial:

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